sábado, 4 de junio de 2011

¿Aprueba Dios a todas las religiones?

¿Basta con tener cualquier religión?
“Lo que sucede en nuestros tiempos es trágico. Necesitamos una religión, pero no podemos hallar ningún Dios que encuadre en ella.”—Lucian Blaga, poeta y filósofo rumano
“La religión y el clero han estado entre los mayores enemigos del progreso y la libertad, y puede que sigan siendo eso por mucho tiempo.”—Khristo Botev, poeta búlgaro
LAS citas que usted ve a la izquierda reflejan el dilema que preocupa a muchas personas sinceras. En el fondo sienten hambre religiosa, pero se les hace imposible entender y amar al Dios misterioso de las enseñanzas del clero. Además, se dan cuenta de que el clero y sus religiones han sido un gran estorbo al progreso y la libertad del hombre. Sí, aunque se va notando con mayor claridad que la religión es necesaria, la gente honrada no va a estar contenta con simplemente cualquier religión.
Una distinción importante
La religión es importante para el hombre como parte de su propio ser y de su historia. De la religión The New Encyclopædia Britannica dice que es “un hecho de la experiencia, la cultura y la historia humanas”, y añade: “En todo aspecto de la vida humana asoman actitudes y lealtades religiosas”. Pero la historia muestra que ninguna de las religiones prominentes del mundo ha resultado ser una bendición para la humanidad.
El estadista indio Jawaharlal Nehru comentó en cierta ocasión: “El espectáculo de lo que se llama religión, o en todo caso religión organizada, en la India y en otras partes, nos ha llenado de pavor”. Al considerar las guerras que se han peleado y los crímenes que se han cometido en el nombre de la religión, ¿puede usted honradamente oponerse a lo que él dice?
En el siglo XVIII, el filósofo francés Voltaire hizo una distinción interesante. Escribió: “Ustedes dicen que la religión ha ocasionado innumerables actos infames. Más bien deberían decir la superstición, la superstición que reina sobre nuestro afligido mundo. La superstición es el enemigo más cruel de la adoración pura que debemos al Ser Supremo”. Voltaire luchó contra la intolerancia religiosa de su tiempo, pero siguió creyendo en Dios como Creador del universo. Vio una distinción entre la religión verdadera y la falsa.
Es necesario escoger
No toda persona concuerda con Voltaire. Algunos afirman que ven algo bueno en toda religión; por eso, no consideran realmente necesario buscar la religión verdadera. Esas personas deberían prestar atención a esta advertencia del profeta Isaías: “¡Ay de los que dicen que lo bueno es malo y lo malo es bueno, los que ponen oscuridad por luz y luz por oscuridad, los que ponen amargo por dulce y dulce por amargo!”. (Isaías 5:20.) La religión falsa ha producido lo malo para la humanidad. Ha causado oscuridad espiritual y les ha repugnado a las personas de corazón sincero.
Por lo tanto, no es asunto de escoger entre ser ateo y creer en cualquier religión. No es tan sencillo el asunto. Una vez que alguien ha reconocido que necesita a Dios, tiene que buscar la religión verdadera. El investigador Émile Poulat lo expresó muy bien en Le Grand Atlas des Religions: “Las cosas que [las religiones] enseñan y exigen son tan diferentes que es imposible creer en todas ellas”. La obra francesa Encyclopædia Universalis concuerda con eso y dice: “Si para el siglo XXI hay un regreso a la religión, [...] el hombre tendrá que decidir si las cosas sagradas que se le ofrecen son verdaderas o falsas”.
Cómo escoger la religión correcta
¿Qué guía podemos tener para seleccionar la religión correcta? La Encyclopædia Universalis tiene razón cuando recalca la importancia de la verdad. La religión que enseña mentiras no puede ser la verdadera. El mayor profeta que ha habido en la Tierra declaró: “Dios es un Espíritu, y los que lo adoran tienen que adorarlo con espíritu y con verdad”. (Juan 4:24.)
Ese profeta fue Jesucristo, quien también dijo: “Cuídense de esos mentirosos que pretenden hablar de parte de Dios. Vienen a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos feroces. Ustedes los pueden reconocer por sus acciones [...] Así, todo árbol bueno da fruto bueno, pero el árbol malo da fruto malo”. (Mateo 7:15-17, Versión Popular.) Al ver el fruto malo que han producido las “grandes” religiones del mundo, y hasta las sectas y otros grupos religiosos que han surgido, muchas personas sinceras las ven a todas como ‘árboles malos’, algo que sencillamente no es suficientemente bueno. Pero ¿cómo pueden esas personas encontrar la religión verdadera?
Es obvio que sería imposible estudiar todos los miles de religiones que hay dentro y fuera de la cristiandad para después escoger. Sin embargo, si —como dijo Jesús— empleamos la verdad y el fruto como criterios de prueba, se puede identificar la religión verdadera.
La verdad y el fruto
Jesús mencionó la verdad. En cuanto a eso, ¿qué grupo de creyentes rechaza las mentiras religiosas derivadas de la mitología antigua y la filosofía griega, de las que está impregnada la mayoría de las religiones? Una de esas mentiras es la enseñanza de que el alma humana es inherentemente inmortal. Esa enseñanza ha dado origen a la doctrina de un infierno de fuego, la cual deshonra a Dios.
Jesús también mencionó el fruto. En cuanto a eso, ¿conoce usted alguna religión que haya producido un compañerismo internacional genuino en que el amor y la comprensión mutua hayan vencido las barreras raciales, lingüísticas y nacionalistas? ¿Conoce alguna comunidad religiosa mundial cuyos miembros prefieran ser perseguidos a permitir que los políticos o los líderes religiosos los inciten a odiar a sus hermanos y hermanas y a matarlos en el nombre del nacionalismo o de la religión? La religión que rechazara tales mentiras religiosas y produjera tal fruto daría prueba concreta de ser la verdadera, ¿no es así?
Hoy se practica la religión verdadera
¿Existe tal religión? Sí, existe. Pero se tiene que admitir que no es ninguna de las religiones prominentes del mundo. ¿Debería sorprendernos esto? No. En su famoso Sermón del Monte, Jesús declaró: “Entren por la puerta angosta; porque ancho y espacioso es el camino que conduce a la destrucción, y muchos son los que entran por él; mientras que angosta es la puerta y estrecho el camino que conduce a la vida, y pocos son los que la hallan”. (Mateo 7:13, 14.)
Entonces, ¿dónde se halla la religión verdadera? Con toda humildad y honradez tenemos que decir que los testigos de Jehová componen una comunidad internacional que anda en ese ‘camino angosto y estrecho’. Es cierto que las grandes religiones populares dicen despectivamente que los testigos de Jehová son una secta. Pero eso fue exactamente lo que los líderes religiosos apóstatas del siglo I E.C. llamaron a los cristianos primitivos. (Hechos 24:1-14.)
¿Por qué están seguros los testigos de Jehová de que tienen la religión verdadera? Pues bien, ellos constituyen una hermandad internacional que se extiende por más de 200 países y que vence las divisiones que se deben a nacionalidad, raza, idioma y clase social. Y rehúsan creer en doctrinas —sin importar lo antiguas que sean— que estén claramente en pugna con lo que dice la Biblia

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